Entonces, espantado, pensé en todo lo que habría de sufrir un alto hombre si con él se intentase lo que con otro hombre había osado yo pensar; y por intuición del sufrimiento bárbaro, sin haberlo en mi sentido, ni oído jamás, ni conocido jamás, ni esbozado jamás, en plática alguna semejante alteza en el dolor
Entonces, espantado, pensé en todo lo que habría de sufrir un alto hombre si con él se intentase lo que con otro hombre había osado yo pensar; y por intuición del sufrimiento bárbaro, sin haberlo en mi sentido, ni oído jamás, ni conocido jamás, ni esbozado jamás, en plática alguna semejante alteza en el dolor